viernes, 23 de enero de 2009

Túnel...

Ojalá, dentro del túnel en el que estoy, mis manos encontraran algún hueco de la piedra, que me permitiera salir. Cada no sé cuántos pasos, me voy encontrando ventanas.
En algunas, veo colores, que contrastan con el negro que me envuelve.
En otras, siento olores, que contrastan con el aire viciado que respiro constantemente.
En otras, siento caricias, que contrastan con el frío y angular roce de las piedras.
En otras, oigo pequeñas notas, que parecen llegar volando hasta mí, y casi las puedo ver dibujadas aproximándose a mí... corcheras, semicorcheras.... Todas ellas, contrastan con el sonido de mis torpes pisadas sobre la tierra yerma.
Van pasando las ventanas... de una en una... en diferentes momentos, diferentes días, diferentes meses. Alivíandome por breves instantes de tiempo, de mi habitual caminar.
Y yo sigo con mi andar en mi túnel, anhelando que alguna de esas ventanas sea lo suficientemente grande, para dejarme escapar y no volver. Pero esa ventana no llega.
Y lo peor de todo, es que tengo pánico de encontrarme con alguna puerta. Porque estará cerrada, lo sé. Y también sabré que sólo yo tengo la llave para abrirla... sólo que no soy capaz de encontrarla dentro de mí... y reconocerlo, será aún peor.
Hay tantos caminos, tantas puertas y tantas llaves... y aún no he sido capaz de encontrar la mía...
Sigo andando en mi túnel...
Gnossienne nº 1.

viernes, 9 de enero de 2009

No past, no future

A veces y sólo a veces... parece que el futuro se de desdibuje. Que no tenga por qué existir. Que no haya futuro, porque si existiera implicaría avanzar en el presente, y eso es mucho pedir.
A veces y sólo a veces... parece que el pasado se desdibuje. Que no haya existido. Que se convierta en sombras borrosas que no se pueden ver ni ordenar. Que no exista pasado, explica la soledad en el presente del alma.
Sin pasado, sin recordar a dónde solía agarrarme para mantenerme a flote, sin futuro por el que luchar.
Anclada a un punto; al presente. Dejando que la marea me lleve donde quiera, hasta que acabe erosionando aquello que tal vez fui, o que tal vez llegaré a ser.

jueves, 1 de enero de 2009

2008

alegría
gratitud
rutina
ilusión
sexo
amistad
regalos
cine
nervios
aceptación
música
bailar
desperados
llanto
amor
nuevos proyectos
nueva casa
papeles
fiebre...
magia
sexo
malestar
soledad
frío
celos
cariño
tranquilidad
paz
meditación
fiesta
libertad
peleas
envidia
sexo
recuerdos
miedo
pánico
viajes
deseo
verdad
muerte
desilusión
familia