miércoles, 17 de octubre de 2007

Dualidades...

Hoy he estado pensando en muchas cosas. De hecho, últimamente creo que no dejo de darle vueltas a todo. De pensar en todas las cosas que tengo que hacer, en las que debería hacer, en las que no hago. Pienso nada más abrir los ojos en que me tengo que dar prisa porque tengo muchas cosas pendientes a lo largo del día... y los cierro pensando en todo lo que me queda para el día siguiente.
Pienso... pienso durante horas y horas... sin parar... sin cuestionarme si está bien o no. Sólo pienso. Analizo racionalmente todo lo que me pasa a lo largo del día... pienso y luego llevo las cosas a cabo.
Pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar...
Y esta noche... por un momento me he puesto una canción... y sorprendentemente, he dejado de pensar. Sólo escuchaba la voz que cantaba, escuchaba la melodia y me dejaba llevar. Y la mente se ha tomado un respiro...
Y me he dado cuenta de que hoy noto muchísimo todos los huecos que tengo dentro de mí... que no me daba cuenta porque mi mente estaba atareada con otras cosas. Pero que en realidad, mi parte emocional me estaba intentando decir mil cosas. Y no le estaba haciendo caso. Y me ha desbordado, para a continuación dejarme muy claro qué partes se quedan vacías.
Creo que está bien tener la mente llena... pero creo que es mucho más importante para mí tener a mi propio ser lleno... lleno de sensaciones...
Me he tomado unos minutos para sentarme. Me he puesto de nuevo la canción. Y he hecho un intento de llenarme a mí misma.
He recordado ojos que me dan tranquilidad. He recordado muchísimos besos. He recordado sonrisas, risas y carcajadas. He recordado incluso esas sonrisas que sólo encuentras en las miradas sin que se muevan los labios. He recordado todas las voces que alguna vez me han dicho te quiero. He recordado todas las lágrimas que alguien alguna vez ha derramado en mi hombro y los hombros de todos aquellos que han aguantado las mías.
Y te he recordado a ti por encima de todo. Porque entre todos y todas eres especial. Porque no sé por qué extraña razón, haces que mi cuerpo se sienta lleno con sólo tenerte cerca. Y porque hace muchos días que no te veo.
Hay tres personas que se pueden sentir aludidas por esta última descripción... y va todas ellas, por supuesto.
Loreena McKennitt, The Mask and the Mirror.

lunes, 1 de octubre de 2007

Descubriendo polizones...

Hay momentos a lo largo de los días en los que de pronto, pareces despertar. En los que no sabes por qué, pero es como si abrieras los ojos y dieses un nuevo significado a todo lo que has andado hasta entonces. Estos días he tenido un nuevo despertar. Y me he dado cuenta de algo... tengo algo en mi interior... algo que había estado huyendo de mí hasta ahora. Que no sé por qué ni me planteé en su momento, cuando hubiera sido lo más lógico... ahora me doy cuenta de que lleva anidando durante mucho tiempo en los recobecos de mi interior... tengo miedo.

No es miedo, es pánico. Y ha ido vistiendo mil disfraces para que no lo descubriera... me ha ido engañando... hasta ahora... y ahora me parece todo tan lógico... mis gestos, palabras, actitudes, todo. Todo lleva tanto tiempo marcado por el miedo...

Era él el que, sin darme cuenta, me había fabricado la coraza que llevo... de la coraza sí que era consciente... aunque pensaba que sólo la llevaba por si alguna vez caía... pero no, la llevo permanentemente... y lo único que hace es apartar de mí a aquello que quiere entrar.

Creo que me da miedo tener tanto miedo... me da miedo que se repita todo, cuando en realidad es todo completamente diferente.

Es ahora, una vez descubierto en polizón que llevo a bordo, cuando me toca mover a mí. Hacer la siguiente jugada.

Es ahora cuando pido, ayúdame a hacer jaque mate. Aunque me encargue yo de mis piezas... chívame el siguiente movimiento.