Creo que estamos hechos de vacíos. Cada uno de nosotros, es un vacío. Contra más vivimos, más vemos, olemos, sentimos... más se van llenando esos vacíos.
Hay personas que son conscientes de ello. Que lo saben perfectamente y viven con ello cada día. Quieren sentir, quieren vivir, porque se dan cuenta que cada segundo que viven deja una huella en su interior que los llena más. Son felices ganando y perdiendo, porque saben que todo ello los llenará y que les servirá para más adelante. Son personas que se mueven cada día por ellos mismos, por ser felices. Si comparten tiempo con otras personas, es porque realmente creen que ellas les ofrecen mil posibilidades de seguir rellenando huecos, o porque creen que ellos pueden llenar los de los demás.
Hay personas que no lo saben. Sólo sienten carencias, sólo parece que tienen huecos en su interior. Cuando algo desaparece, no intentan buscarlo en sí mismos (porque por supuesto, ese hueco se llenó y lo tenemos dentro) sino que se vuelven locos por buscar algo que lo sustituya. No andan por ellos, no andan para encontrar una felicidad personal y duradera. Lo hacen para sentir aunque sea por un segundo, que los huecos están aparentemente llenos. Pero no se esfuerzan en llenarlos, no se paran realmente cuando lo tienen todo para poder sentirse completos. Por eso cuando algo desaparece tienen tanta necesidad de reemplazarlo.
Quizás se ha llegado a un punto en que todo nos parece tan poca cosa que no creemos que nada nos llene. Quizás incluso seamos conscientes de que pertenecemos al segundo grupo de personas y no hagamos nada más que asentirlo con la cabeza gacha.
O quizás, simplemente no seamos conscientes de aquello que nos hace sentirnos llenos. Quizás buscamos las cosas más rápidas, más superfluas, y pasemos por alto lo que en realidad nos haría sentirnos rebosantes.
Hace un año creí que lo había perdido todo, pero en ese momento estaba equivocada. Simplemente fui consciente de todos los huecos que tenía en mi interior para llenar.
Y este año ha sido una maravilla. Sea con momentos buenos o momentos malos, me siento llena. Llena de imágenes de sitios maravillosos, llena de voces de las personas que quiero, llena de todas tus caricias, llena de música, llena de olores, de sabores... me siento llena de mí misma.
Hay personas que son conscientes de ello. Que lo saben perfectamente y viven con ello cada día. Quieren sentir, quieren vivir, porque se dan cuenta que cada segundo que viven deja una huella en su interior que los llena más. Son felices ganando y perdiendo, porque saben que todo ello los llenará y que les servirá para más adelante. Son personas que se mueven cada día por ellos mismos, por ser felices. Si comparten tiempo con otras personas, es porque realmente creen que ellas les ofrecen mil posibilidades de seguir rellenando huecos, o porque creen que ellos pueden llenar los de los demás.
Hay personas que no lo saben. Sólo sienten carencias, sólo parece que tienen huecos en su interior. Cuando algo desaparece, no intentan buscarlo en sí mismos (porque por supuesto, ese hueco se llenó y lo tenemos dentro) sino que se vuelven locos por buscar algo que lo sustituya. No andan por ellos, no andan para encontrar una felicidad personal y duradera. Lo hacen para sentir aunque sea por un segundo, que los huecos están aparentemente llenos. Pero no se esfuerzan en llenarlos, no se paran realmente cuando lo tienen todo para poder sentirse completos. Por eso cuando algo desaparece tienen tanta necesidad de reemplazarlo.
Quizás se ha llegado a un punto en que todo nos parece tan poca cosa que no creemos que nada nos llene. Quizás incluso seamos conscientes de que pertenecemos al segundo grupo de personas y no hagamos nada más que asentirlo con la cabeza gacha.
O quizás, simplemente no seamos conscientes de aquello que nos hace sentirnos llenos. Quizás buscamos las cosas más rápidas, más superfluas, y pasemos por alto lo que en realidad nos haría sentirnos rebosantes.
Hace un año creí que lo había perdido todo, pero en ese momento estaba equivocada. Simplemente fui consciente de todos los huecos que tenía en mi interior para llenar.
Y este año ha sido una maravilla. Sea con momentos buenos o momentos malos, me siento llena. Llena de imágenes de sitios maravillosos, llena de voces de las personas que quiero, llena de todas tus caricias, llena de música, llena de olores, de sabores... me siento llena de mí misma.
Últimamente estoy happy... con mis bajones (....) pero happy al fin y al cabo :D
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