miércoles, 19 de septiembre de 2007

Reflexionando...

Hoy he tenido un bajón de ánimo... y he entrado aquí y he leído todas las cosas que escribí, que son cosas en las que en realidad creo completamente y me he sentido aún peor conmigo misma.

He dicho: ¡vamos! ¡sonríe!... pero sinceramente no he tenido ganas... y la sonrisa quedaba demasiado falsa. No he podido ni engañar al espejo. Así que me he sentado a pensar delante de la pantalla. Si creo firmemente en lo que escribí, ¿por qué no soy capaz de hacerlo? ¿Tan cobarde puedo llegar a ser? ¿O es que se ve muy fácil cuando hablas de otra gente pero cuando te toca a ti intentas evitarlo?

Después de un rato, creo que nada de eso. No me siento bien. Pero quiero sentirme así de momento. Porque también estar así te da otra visión de la realidad. Lo importante es ser consciente de que existe la parte positiva; que está ahí. Creo que me puedo permitir quedarme por esta noche en la negativa; analizarla, darle vueltas... porque en realidad soy consciente de que hay una parte positiva. Y no me dejaré arrastrar por la oscuridad. No teniendo tan claro que la luz la tengo sólo a un paso.

Hoy lloraré. Porque sé perfectamente que mañana sonreiré. Y mi sonrisa será más dulce y más cálida después de hoy.

Derramaré toda la sal que tengo... para que sólo me quede azúcar.

Esta noche he cerrado. Mañana vuelvo a regalar segundos dorados.

3 comentarios:

Dídac Cuní dijo...

Un tiempo para crecer, un tiempo para aprender, un tiempo para vivir, un tiempo para recordar, un tiempo para reflexionar, un tiempo para morir y toda la vida para amar. Eso es lo que la naturaleza nos ha concedido. Cómo aprovechemos y hagamos durar cada una de la partes ya es cosa nuestra. Vivirlas o renegar de cada una de ellas también.
Espero vivirlas contigo con la intensidad y simplicidad con la que las hemos vivido hasta ahora.
Duerme tranquila, pues mi mejor sonrisa es siempre para ti.

DCM

Elisabet Llort Riera dijo...

Y quién no tiene un bajón? El blanco no es tan blanco si no conocemos el negro, el dulce no es tan dulce si no hemos probado lo amargo...
Pero fíjate en tus palabra, aún en tu parte negativa le encuentras lo positivo. Supongo que si sabemos sacarle provecho a las cosas, a las situaciones y a todos nuestros sentimientos, nos podemos permitir perfectamente que un día sea más negativo que otro, claro que sí!

Por cierto, un poco atrasado, pero...felicidades por tu nuevo trabajo!!!

Anónimo dijo...

ánimos Hamlet!