Hoy... escribe mi parte más mundana...
Hoy hablo de nuevo de dualidades, pero con diferente sentido respecto a la última vez...
Hoy hablo de dualidades de la personalidad... de las diferentes facetas que tenemos en nuestro interior... porque no somos personajes planos en esta obra... sino que somos completamente ambiguos...tenemos mil detalles que nos hacen ser diferentes en cada momento, en cada situación, en cada segundo...
Porque hay veces en las que tu cuerpo y tu mente forman una sola. En las que te sientes a gusto contigo mismo. Te gusta escuchar a los demás. Te gusta besar, te gusta acariciar, te gusta verte en los ojos de los que te miran. Veces en las que te sale dar cariño, sonreír. Días en los que irradias felicidad. En los que te gusta tener a tu gente cerca para compartir. Días en los que darías todo a todo el mundo. En los que buscas la luz.
Sin embargo... hay días en los que te pesa la piel. Que notas que cada poro de tu cuerpo irradia calor. En los que buscas movimiento, contacto. En los que dar o no dar no es lo importante, sino que lo que importa es recibir. Recibir calor que pueda refrenar el tuyo. En los que buscas oscuridad.
Hoy hablo de nuevo de dualidades, pero con diferente sentido respecto a la última vez...
Hoy hablo de dualidades de la personalidad... de las diferentes facetas que tenemos en nuestro interior... porque no somos personajes planos en esta obra... sino que somos completamente ambiguos...tenemos mil detalles que nos hacen ser diferentes en cada momento, en cada situación, en cada segundo...
Porque hay veces en las que tu cuerpo y tu mente forman una sola. En las que te sientes a gusto contigo mismo. Te gusta escuchar a los demás. Te gusta besar, te gusta acariciar, te gusta verte en los ojos de los que te miran. Veces en las que te sale dar cariño, sonreír. Días en los que irradias felicidad. En los que te gusta tener a tu gente cerca para compartir. Días en los que darías todo a todo el mundo. En los que buscas la luz.
Sin embargo... hay días en los que te pesa la piel. Que notas que cada poro de tu cuerpo irradia calor. En los que buscas movimiento, contacto. En los que dar o no dar no es lo importante, sino que lo que importa es recibir. Recibir calor que pueda refrenar el tuyo. En los que buscas oscuridad.
Me encanta esta dualidad. Me encanta nuestra capacidad de adaptación. Me encanta poder tener en nuestro interior polos opuestos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario