domingo, 26 de octubre de 2008

De cárceles propias...

Querer alcanzar algo que está muy por encima de la humanidad...
Hay olores, canciones, lugares, cuentos, colores... que me dan punzadas de ansiedad.
Que me hacen vislumbrar en milésimas de segundo mis sueños, mis mundos.
Y esa punzada es capaz de matarme de tristeza...
Porque al siguiente segundo vuelvo a estar anclada de pies a tierra.
Y mi cuerpo me parece una cárcel para mi espíritu.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

m enkanta...

**mongo**

Anónimo dijo...
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