Creo que alguna vez ya he hecho una reflexión sobre el pasado, el presente y el futuro. Hay una frase que dice “El pasado es historia, el futuro es un misterio y el presente un regalo, por eso se llama presente”. Me encanta. Creo que es de esas frases simples y maravillosas a la vez. Sin embargo, hay veces en las que se hace muy difícil llevarla a la práctica, creer realmente en ella.
Estos días están siendo demoledores... El pasado se ha convertido en una mochila demasiado pesada para mí ahora mismo. No puedo con ella. No puedo cargarla y avanzar a la vez. Sin embargo, no hago más que repasar todas las cosas que llevo dentro, una y otra vez.
El futuro es una losa enorme en medio del camino. Una losa que veo frente a mí y cada paso que avanzo, ella avanza. No puedo llegar a ella, pero tampoco marchará sola. Ahí está, fría, inmóvil.
Y tengo que caminar, no tengo más remedio. Y lo hago lo mejor que puedo. Lo hago con todas mis fuerzas. Dejándome cada día que pasa la piel en ello. Pero por muchos pasos que de, sigo ahí, con la mochila detrás y la losa delante.
Ahora mismo mi pasado exige demasiado de mí, pesa demasiado, mi futuro está tapiado y mi presente...mi presente intenta combatir entre el pasado y el futuro.
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